Mauro Muñoz, líder natural donde quiera que vaya

19.07.2009 10:42

Con mucho afán, Jorge Mauricio Muñoz Peláez cruza en su silla de ruedas eléctrica las calles de la Unidad Residencial Rivera del Valle. Vigila la llegada de las carpas, las sillas y los músicos que amenizarán la noche del día de las madres, actividad que “don Mauro”, como cariñosamente lo llaman sus vecinos, organiza hace seis años.

 

Desde su llegada, este jericoano continuó con las “mañas” que traía de Quinta Linda, unidad residencial del barrio Buenos Aires de Medellín, donde vivía antes. Allí también emprendía funciones sociales buscando el bien de la comunidad, el buen entendimiento entre los vecinos y el respeto de las normas de convivencia.

“A mí me gusta estar en todo. En 1978 estaba en un club que se llamaba Antioquia Deportiva en Silla de Ruedas y hacíamos todo tipo de actividades competitivas. Después formamos otro que se llamaba Desira- Deporte en Silla de Ruedas-, lo que pasa es que yo me alejé de eso porque me quería dedicar a otras cosas”, dice Mauro, mientras digita los números de un chance escritos en un papelito que un niño le entregó con un billete de dos mil pesos.

Vive en el apartamento de su hermana y entre las 8 de la mañana y las 5 de la tarde permanece en el primer piso de la Torre 9 vendiendo chance. Mientras que se gana el sustento, Mauro escucha sugerencias, atiende inquietudes y se entera de los problemas de la comunidad y es así como, al llegar a las reuniones de los tantos comités a los que pertenece, da a conocer las inquietudes que encontró en el transcurso de la semana.

El resultado es que sus vecinos le insisten en que lance su postulación para formar parte de la Junta Administrativa de la Unidad y pero no ser copropietario de le impide postularse, aunque asegura que su único interés es inculcar las normas y las buenas costumbres. Por eso, los domingos este líder comunitario organiza el salón social para que se celebre la misa dominical.

Mauro es un líder natural y el canal entre los habitantes de la urbanización y la administración. Está pendiente de la familia, de los jóvenes y es una persona muy valiosa para la comunidad”, asegura Miguel Antonio Salcedo, administrador de la Unidad.

Las iniciativas de Mauro van desde los detalles más mínimos como la ropa que está en los balcones, los residuos de las mascotas, los problemas de convivencia, hasta los programas que se realizan en conjunto con la Secretaría del Medio Ambiente como las jornadas de esterilización de gatos y el taller de residuos orgánicos.

En su agenda tiene muy presente las fechas de las celebraciones venideras en las que se involucra como coordinador y organizador. Asegura que los propietarios y copropietarios de la Unidad deben tener la oportunidad de encontrar un ambiente organizado y saludable para el desarrollo de sus familias.

Su inquietud lo ha llevado a participar en todos los eventos de la unidad residencial con los que se ha ganado la admiración y cariño de quienes lo rodean. “Lo que pasa es que yo era muy inquieto, entonces Dios dijo: este muchachito hay que aplacarlo”, dice entre risas, haciendo referencia a su incapacidad física que no logró apaciguar su espíritu, pues sólo es una muestra de que si se quiere se puede.

 

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